Un homenaje a la paz y la armonía de una tarde de verano — una fragancia pura, serena y envolvente.

Impregnado de nostalgia por aquella época de talleres artesanales donde el humo de las pipas de fumar se mezclaba con el olor de las pieles húmedas recién curtidas.

Costarela evoca esa sensación única de libertad de admirar la inmensidad del mar abierto.

Notas de caramelo, haba tonca y vetiver se fusionan con la intensidad del Palo Santo, creando una fragancia que calma el alma.

Bo-Bo, una antigua danza folklórica — una costumbre vivaz y alegre que aún hoy en día transmite el espíritu festivo mediterráneo.

Cuando la delicadeza de una estrella de mar se une a la robustez de una roca… luce la belleza del Mediterráneo en su fusión de colores, formas y texturas.

Un perfume aromático y afrutado que se inspira en el suntuoso magnetismo de Marbella. Adictivo y sofisticado.

Un perfume que capta el auténtico carácter de la isla; sus puestas de sol y sus noches de música y diversión sin límites.

Ese amor tentador y provocativo — una fragancia adictiva y llena de carácter.

La luna, en su mayor esplendor, ilumina nuestras cortas noches de verano... noches de historias, conversaciones y risas y seducción al levantar la vista y admirar la fascinante y brillante súper luna...

Una fragancia afrutada y envolvente que nos evoca las fascinantes noches de verano iluminadas por la súper luna más fantástica.

Un perfume que celebra la poderosa fuerza de la Madre Naturaleza — profundo, complejo y poderoso.