En Carner Barcelona, cada fragancia cuenta una historia, y BO-BO, nuestro best seller, no es la excepción. Detrás de esta creación, que captura la esencia vibrante y festiva del Mediterráneo, está el reconocido perfumista Jordi Fernández, un verdadero maestro del arte olfativo y VP Perfumer en Givaudan.
Nacido en Barcelona, Jordi siempre ha sentido una profunda conexión con su ciudad y el Mediterráneo, una influencia clara en su trabajo. Desde temprana edad, los aromas que lo rodeaban en esta ciudad, famosa por su rica cultura y naturaleza, lo inspiraron a adentrarse en el mundo de los perfumes. Este vínculo personal con la ciudad y su entorno lo convierte en el compañero perfecto para nuestra marca.
La relación entre Jordi y Carner Barcelona va más allá de lo profesional. Con más de diez años de colaboración, Jordi describe su trabajo con la marca como algo natural y familiar. “Trabajar con Carner es como estar en casa”, comenta. Esta conexión tan personal es visible en cada fragancia que ha creado para la marca, ya que logra capturar con precisión las emociones, paisajes y tradiciones mediterráneas que nuestra marca desea transmitir.
BO-BO: una danza de frescura y vitalidad
Una de las obras maestras de Jordi para Carner es BO-BO, una fragancia que encarna la alegría y la energía de una danza tradicional mediterránea. Con notas de bergamota y flor de azahar, BO-BO es una celebración de la frescura y vitalidad que caracteriza la cultura del Mediterráneo. "Es un perfume fresco, divertido y enérgico, que evoca esa sensación de libertad y alegría que experimentas en las festividades mediterráneas", explica Jordi.